Política y negocios en la estatal TELAM
La agencia nació durante una dictadura. Hoy concentra la distribución y cobro de la publicidad oficial. La gestión de Granovsky.
“Creo que hice mucho mérito para merecerlo —dijo el ex subdirector de Página/12—. Pensé que se la iban a dar a alguno de los directores de INFOBAE, pero al final me la dieron a mí”. Granovsky le dedicó su nombramiento al fallecido colega Julio Nudler: “La noticia de su muerte me sorprendió un poco. La semana anterior le había censurado una nota y lo noté bien”, contó. (Comentario de la revista Barcelona, cuando Martín Granovsky asumió la presidencia de TELAM.) “En TELAM no va a haber mentiras. Ahora, TELAM no va a ser neutra”. (Del discurso de asunción de Granovsky.) “Fijate cómo estará Página de oficialista que de ahí se fue el subdirector para enseñar oficialismo en TELAM” (De un legislador kirchnerista disidente al equipo de investigación de este diario.) Nunca existió —físicamente, quiero decir— un diario de Yrigoyen. Pero no fue necesario imprimirlo para que existiera: los pasillos, el entorno, las amansadoras, la burocrátrica estupidez fueron el diario de Yrigoyen. El alrededor, los obsecuentes y los vivillos, le editaron día a día a Yrigoyen su diario. Por eso, aunque no existió en verdad, sobrevivió en la memoria colectiva. Cualquier político se desvela con su propio diario, el que le diga sólo lo que quiere escuchar. Por eso los presidente opinan sobre periodismo como si supieran, aconsejan a la prensa, intentan crear sumarios y manejar la agenda de los medios. Los presidentes creen —nuestros dos presidentes actuales y casi todos los demás— que debe “protegerse” al público de cierta información y estimularse otra. Creen, lo dijimos muchas veces, que lo que no sale publicado no pasó y que lo que no pasa existe si sale publicado.
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